¿QUÉ PUEDES HACER?
El CO₂ se extiende por la atmósfera desde las chimeneas de las fábricas, el tubo de escape de los coches o de los aviones… pero también desde las calderas de gas natural que utilizamos en casa.
Tu objetivo: ahorrar energía
Menos energía consumida, menos gases de efecto invernadero, menos amenazas para los bancos de hielo y el oso polar.
CON EL TRANSPORTE
Los transportes (coches, camiones, aviones…) representan una tercera parte del consumo energético y producen casi todo el gas invernadero que perjudican el clima. Su polución afecta a los pulmones (enfermedades y alergias), a las plantas, a los edificios…
¡LOS COCHES, AL GARAJE!
Si puedes, propón a tus padres que eviten utilizar el coche y que opten por aprovechar medios de transporte menos contaminantes como el autobús, el metro, la bicicleta, los patines… o que vayan a pie. Recuérdales que los transportes públicos emiten cinco veces menos CO₂ por pasajero que un coche.
Si vas a hacer un trayecto de menos de 2 kilómetros no te empeñes en ir en coche, pues los 2 primeros kilómetros (marchas cortas) contaminan el doble que el resto. Puedes acordar con tu familia una distancia por debajo de la cual ninguno de nosotros tomará el coche e irá a pie, en bicicleta, en patines… Así ahorras, contaminas menos y haces deporte.
Es posible que algún compañero de clase o vecino vaya en la misma dirección que tú. Pregunta a tus padres si puedes acompañarlo. Esto se llama conducción compartida y permite usar un coche en vez de dos y evitar así una contaminación inútil. Tu familia también puede adoptar esta costumbre y compartir el coche. Informarse, hay muchas asociaciones que proponen este tipo de servicio.
No animes a tus padres a comprar un todo terreno un vehículo equipado en exceso porque estos automóviles contaminan más que los otros.
Cuanto menor es el vehículo, menos contamina. No olvidemos que el coche sirve para desplazarse y no para hacer el gamberro.
■«Acelera, acelera para ser conductor de primera»: esta canción conocida por todos los escolares es un mal consejo. Además de peligroso para los pasajeros, lo es para la naturaleza: cuanto más deprisa y nerviosamente conducimos, más combustible consume el vehículo (entre un 20 y un 40%), y más contamina.
Cuando haga calor o el nivel de polución sea elevado, no debe utilizarse el coche, a no ser que resulte indispensable, y debe conducirse a una velocidad reducida. Usa el aire acondicionado sólo en caso de extrema necesidad, pues el vehículo consume más combustible y por ello contamina más.
DE VIAJE
Para viajar de una ciudad a otra, si tus padres te lo permiten, ve en tren. Es más barato (sobre todo para los niños), más descansado, menos peligroso y mucho menos contaminante. Si viajas solo y eres menor de edad, puedes buscar a alguien que te acompañe para que no te pierdas.
¡EN BUSCA DE LOS KILÓMETROS ESCONDIDOS!
Las frutas y las verduras necesitan más o menos luz del sol para madurar, y por eso cada vegetal tiene su temporada. Para satisfacer a los consumidores que piden frutas y verduras durante todo el año, estos productos se importan en aviones o camiones desde países más cálidos o se cultivan en un invernadero para los que necesitan mucho calor. Resulta preferible escoger las frutas y las verduras de temporada que no se han cultivado demasiado lejo del lugar donde las compras, así contribuirás a que no se genere tanto CO2. Para saber si una fruta o una verdura procede de muy lejos, pregunta a tus padres o a un dependiente dónde se ha cultivado o lee la etiqueta.
Puedes acompañar a tus padres al mercado o visitar a los propios productores (granjeros, artesanos… para que los productos que adquieras se traslade menos kilómetros.
No se trata sólo de los alimentos, puedes hacer lo mismo con todos los productos. Comprueba de dón de vienen y escoge aquellos que hayan recorrido el camino más corto.
■EN CASA
■LOS APARATOS ELÉCTRICOS
Evita dejar un aparato encendido si no lo usas como, por ejemplo, el televisor cuando no lo mires.
Ve a la caza de las «pequeñas luces rojas» (o verdes): televisor, decodificador, equipo de música, ordenador… Todos tienen una lucecita encendida incluso después de apagarlos con el mando a distancia; está en stand by y consumen energía.
¿LO SABÍAS?
Al contrario de lo que podríamos creer, el interior de un coche está más contaminado que el exterior. En efecto, un coche aspira los gases de los tubos de escape de los vehículos que tiene delante. En cambio, los ciclistas se desplazan más deprisa por la ciudad gracias a los carriles exclusivos para bicicleta y además sus pulmones y los osos polares se benefician de su actitud.