El Warrior se hace a la mar
DURANTE LA PRIMERA PARTE DE 1977, Denise Bell se dedicó a buscar un barco en el que Greenpeace pudiese alcanzar la zona de captura de ballenas del Atlántico Norte. Por medio de un anuncio publicado en una revista naval, encontró un arrastrero oxidado de 418 toneladas que languidecía en la isla de los Perros, en Londres. El Sir William Hardy, un barco de 44 metros botado en 1955, fue la primera embarcación impulsada por una máquina diesel-eléctrica construida
Difundir la palabra
Según el Sun de Vancouver, la organización contaba ahora con 8.000 «miembros activos». 13 ramas «muy activas» distribuidas por todo el mundo y 28 «de las que se oía hablar de vez en cuando». Casi todas estas ramas no eran sino avanzadillas temporales que pronto se desvanecen, pero la semilla de Greenpeace se propagaba con rapidez. Al año siguiente, 1977, la campaña a favor de las focas se internacionalizó, y participaron en ella gentes de Noruega, Gran Bretaña,
Escudo humano
Conforme se acercaban, el aire iba llenándose de balidos y gritos desesperados, y las focas madres contemplaban inermes cómo su prole era brutalmente apaleada y despellejada (habían visto la sangre desde el helicóptero, a una altura de más de 600 m sobre el hielo). Al «Jet» Johnson, uno de los miembros de Greenpeace, se abrazó a uno de los cachorros y lo protegió con su cuerpo del cazador, que ya había alzado el palo. Repitieron la misma acción
Sangre en el Hielo
EN EL PERÍODO comprendido entre las dos campañas balleneras, Greenpeace abrazó otra causa: la caza de cachorros de foca groenlandesa en Terranova. Todos los años mueren cientos de miles de focas, sobre todo a manos de cazadores profesionales de Noruega y Canadá. Los cazadores caen sobre los cachorros en febrero y marzo, cuando sólo tienen unas semanas de edad, los golpean con un palo en la cabeza y les arrancan la piel inmediatamente. A mediados de la década
Guerreros del Arcoiris
Partieron del lugar en que se celebraba la conferencia «Hábitat» sobre medio ambiente organizada por las Naciones Unidas, que lograron alargar de manera que la clausura coincidiese con el inicio de su expedición. En el muelle, Fred Mosquito, hechicero Cree, dijo a los tripulantes: «Vosotros sois los guerreros del arco iris» Tras hacer escala en San Francisco y Portland, Oregón, el barco de Greenpeace partió al encuentro de los balleneros. Una vez más, detectaron a la flota soviética
Carniceros de Ballenas
Greenpeace fue advertida de que las autoridades canadienses estaban informando a los rusos sobre su posición. En consecuencia, para despistarlos, el Cormack navegó durante algunos días hacia el norte antes de retroceder subrepticiamente a Winter Harbour para reponer combustible. Allí, los tripulantes se enteraron de que McTaggart había obtenido una victoria parcial en su pleito contra la marina francesa, éxito que se celebró a bordo la noche anterior al 18 de junio, fecha en que se dirigieron hacia
Salvar a las ballenas
DESDE AMCHITRA A MURUROA, la principal preocupación de Greenpeace fue hasta 1975 la cuestión de las pruebas nucleares; pero las cosas iban a cambiar de forma radical, porque la organización era cada vez más consciente de la situación de las grandes ballenas, muchas de cuyas especies se encontraban al borde de la extinción a causa de la caza de que eran objeto por parte de la industria ballenera. La figura clave en esta nueva toma de conciencia fue
De nuevo en acción, 2da Parte
«En las tomas se ve cómo arrastraron al bote a David McTaggart, de Vancouver, y también cómo los soldados franceses le pegan todos a la vez mientras otros tres marineros sujetan al tripulante Ingram y le golpean con, al menos, una porra claramente visible». Los periódicos canadienses se hicieron eco de los acontecimientos. «La película demuestra que Francia ha mentido descaradamente”, declaró el Sun de Vancouver. Cuando volvió de Tahití, McTaggart fue recibido en el aeropuerto por un
De nuevo en acción
El Vega, el barco que había puesto todo aquello en marcha, pronto entraría de nuevo en acción. Esta vez llegó a Mururoa en tan solo 21 días, una extraordinaria marca de navegación a vela a través de algunos de los mares más tempestuosos que McTaggart había conocido en su vida. Le acompañaban Nigel Ingram y dos amigas, Ann-Marie Horne y Mary Lornie. El 14 de agosto, el Vega navegaba en solitario. Los buques de guerra de Australia y